lunes, 10 de octubre de 2011

Antiguos pensamientos de una época oscura...

Mientras estaba perdida entre el espeso bosque de mi soledad y desdicha vislumbré un poco de luz, como si hubiera encontrado un oasis en medio de un gran desierto. Mi alma saltó de alegría tan fuertemente que hasta tuve miedo de que se saliera de mi cuerpo. Sabía que era solo una ilusión, que se trataba de un simple sueño, pero algo extraño pasaba por mi cabeza ese día para que al contrario de muchas otras veces me animara a vivir y a disfrutar de éste, sin pensar en el momento en el que tendría que regresar al mundo real.

Me interné en la fantasía como tantas veces lo hacía al ser niña. Había olvidado la alegría de inventar un mundo perfecto, producto de todos mis deseos insatisfechos. Había olvidado lo agradable que es sentirse amigo de los dioses, creando y destruyendo todo sin ningún control. Al fin había logrado separarme de la realidad, ahora era dueña de mi misma; podía hacer cualquier cosa. Mis sentimientos al fin estuvieron en mis manos y podía moverlos a mi antojo.

Me decidí a jugar como lo hacía en mis años de niñez, cuando la realidad a pesar de estar allí no lograba afectarme, mientras conversaba con personajes fantásticos, mientras era lo que quería ser...mientras mi mente volara. Pero debía continuar mi camino, todos debíamos hacerlo. De nuevo me perdí en el bosque oscuro y he dejado de jugar...en mis recuerdos ahora está presente la luz, sé que existe; quizás pueda de nuevo dormir y encontrarla. La luz de la fantasía por lo menos no puede cegarme.

21/06/2009

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